El Ayuntamiento recuerda el desaparecido Teatro Cervantes con una “ventana a la historia” de este espacio escénico colocada en el edificio que se levanta en el lugar que ocupó hasta su demolición en 1974. El alcalde, Julio Millán, ha destacada que esta acción se enmarca en el Plan de Descontaminación Visual programado para el entorno de la Catedral con el objetivo de lograr que la seo logre ser Patrimonio de la Humanidad.
El alcalde, Julio Millán, junto a la primera teniente de alcalde, María Orozco, el concejal de Cultura, José Manuel Higueras, y el director de zona de Banco Santander, Mario Pereira, así como Sandra castillo y Marta poza, alumnas de la Escuela José Nogué que han colaborado en el proyecto, han visitado los nuevos vinilos colocados en la sede principal de la entidad bancaria en Jaén que rememoran que el edificio ocupa el solar de lo que, hasta su demolición, fue el Teatro Cervantes. Millán ha explicado que esta acción está enmarcada en el Plan de Descontaminación Visual que el Ayuntamiento ha puesto en marcha en el entorno de la Catedral, dentro del proyecto para la consecución del título de Patrimonio de la Humanidad para la seo. “Cumplimos con uno de nuestros objetivos y atendemos a las recomendaciones del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios que puso como condición, para que nuestro templo mayor entrara en la lista del Patrimonio Mundial, que se interviniera en la zona de influencia de la Catedral, para reducir la contaminación visual”, ha recordado el máximo responsable municipal. Esto implica acabar con elementos que distorsionen la visión en calles como Bernabé Soriano, Carrera de Jesús o Campanas. En esta línea, el concejal de Cultura ha apuntado que la labor desarrollada en lo que fuera un espacio escénico “aporta valor a todo el entorno”. “Hemos aportado conocimiento sobre este teatro, que desaparición bajo el yugo de la especulación en los últimos años del franquismo”, ha afirmado. En paralelo, tal y como ha dicho, se colabora con comercios, locales de restauración e, incluso, distribuidores, para lograr que todo el entorno de la iglesia mayor jiennense sea “más amable” y acorde a la dignidad de un monumento que aspira a ser declarado Patrimonio de la Humanidad.
El responsable de Banco Santander, por su parte, ha puesto en valor el plan impulsado por el Ayuntamiento. “Cuando conocimos este plan vimos oportuno apoyar tanto a la Administración local como a la ciudad y a todo el patrimonio jiennense”, ha asegurado. “El Teatro Cervantes tuvo un gran reconocimiento nacional y, por ello, hemos querido que nuestra fachada sea una ventana a este espacio y a toda una época”, ha reflexionado.
El Teatro Cervantes fue inaugurado en 1907. Obra del arquitecto malagueño Manuel Rivera Vera llegó a tener un aforo de 1.500 localidades bajo la estructura de un magnífico ejemplo del modernismo, en el que destacaba su gran cúpula. En la privilegiada esquina que ocupó el Cervantes, en la confluencia de Bernabé Soriano y Plaza de la Constitución, se situaba también el Ideal Bar, local que era punto de encuentro de la sociedad jiennense. Entre 1973 y 1974 se procedió a la demolición del inmueble, del que no queda ni rastro, de ahí la acción municipal de recordarlo a través de unos vinilos que informaban sobre este edificio emblemático y sobre su papel como dinamizar cultural de la ciudad.
