Toma de posesión del nuevo Obispo de Jaén

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La catedral de Jaén ha sido el escenario para la toma de posesión de Sebastián Chico Martínez como nuevo Obispo de Jaén. Este joven Prelado, de origen murciano, llega a la Diócesis convirtiéndose en el Obispo número 76  en el episcopologio que inauguró en el siglo I, San Eufrasio, después de dos años como Obispo auxiliar de la Diócesis de Cartagena.

A primera hora, antes de la recepción de los Obispos y Arzobispos, Monseñor Chico Martínez hacía profesión de fe y juramento. Un acto solemne en el que han sido testigos su predecesor al frente de la Iglesia de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro; el Obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes; el Nuncio de Su Santidad en España; Monseñor Bernardito Auza; otros purpurados, así como el Consejo Episcopal al completo.

El repique de las campanas de la Catedral, anunciando las 11 de la mañana, coincidían con la salida de la procesión de arzobispos y obispos, que junto al Nuncio Apostólico y el Obispo electo y el Administrador Apostólico, cruzaban la plaza de Santa María, desde el Obispado. Comenzaba, así, la Eucaristía de recepción e inicio del episcopado de Don Sebastián Chico Martínez como Obispo de Jaén.

En la Puerta del Perdón de la Catedral de la Asunción de Santa María los esperaba el Consejo de Consultores y el Cabildo Catedralicio. A su llegada, el Nuncio de Su Santidad en España ha presentado al nuevo Obispo a los sacerdotes que allí aguardaban su llegada. El Deán y Vicario General ha dado a besar el “Lignum Crucis” a Don Sebastián y, a continuación, el nuevo Obispo ha asperjado con agua bendita a los presentes.

Rito de la toma de Posesión de la Cátedra

Ya en el altar, el hasta ahora Obispo de la Diócesis, Amadeo Rodríguez Magro ha pronunciado  unas cariñosas palabras de bienvenida a Sebastián Chico. Así, en nombre de toda la Diócesis, quiso dirigirse al Obispo electo, para manifestarle que “somos un pueblo cristiano en marcha, siempre ilusionado y siempre disponible; así me lo encontré, guiado entonces por mi predecesor, Mons. Ramón del Hoyo, y así se lo encontrará usted, si he sabido administrar, colaborando con el Espíritu Santo, este precioso capital humano y espiritual que me fue encomendado”. Y haciendo hincapié en su episcopado en el Santo Reino le explicó que “durante estos poco más de cinco años hemos sido una Iglesia sinodal y ahora se la encontrará activamente participando en el Sínodo al que nos ha convocado el Papa Francisco, en el que se nos invita a afianzarnos en nuestra identidad de Iglesia caminante y en salida. Le puedo asegurar que la participación activa, creativa e ilusionada en el Sínodo universal está plenamente encauzada”. Para añadir: “Hemos caminado con una Plan Diocesano de Pastoral que, en sintonía con Evangellii Gaudium, nos ha alentado en un sueño misionero, el de llegar a todos con una pastoral claramente de anuncio activo del Evangelio de Jesucristo”.

Asimismo, Monseñor Rodríguez Magro le aseguró que “viene, por tanto, no a una Iglesia perfecta, pero sí a una Iglesia soñadora de caminos que la lleven a mostrar el rostro de Cristo a todos y en especial a los más heridos en su vida interior y en sus situaciones humanas y sociales. Se encontrará usted en Jaén con un humus religioso, bien favorecido por un rico universo de devociones y advocaciones cristológicas, marianas, y de tantos santos y mártires como se veneran en esta Iglesia”.

Don Amadeo quiso culminar sus palabras pidiendo la intercesión de la Patrona de la Diócesis. “Como la Diócesis de Jaén tiene como Madre y Patrona a la Virgen de la Cabeza, a ella que le pedimos que le proteja en su ministerio entre nosotros».