El delegado del Gobierno ha visitado la almazara de Aceites Fertínez, en Ibros, una de las más antiguas de la provincia

408
ALMAZARA

El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía ha celebrado el Día de San Isidro, patrón de los agricultores, visitando la almazara Fertínez, en Ibros. Un recorrido en el que ha estado acompañado por Francisco García, gerente de la empresa Aceites Fertínez.

En esta visita, Jesús Estrella ha puesto en valor la importancia del campo en la provincia de Jaén: “en esta almazara, que es una de las más antiguas de la provincia, recordamos que hay más de 100.000 familias jiennenses que viven del olivar”. En referencia a la actual situación de sequía por la que atraviesa Jaén y que afecta directamente a la actividad agrícola, el delegado del Gobierno ha explicado las características del tercer Decreto de sequía puesto en marcha por el Gobierno de Andalucía: “hablamos de una norma cuyo objetivo es que haya infraestructuras que permitan acopiar agua, así como abordar tasas que afectan a los agricultores”.

Por otro lado, ha recordado la petición de la Junta de Andalucía al Gobierno central para “acometer obras de infraestructuras hidráulicas de su competencia que tienen pendientes en la provincia y que permitan garantizar el agua en Jaén y en Andalucía, porque sin agua el campo no funciona”. En relación con este asunto, el delegado del Gobierno ha mencionado algunos ejemplos en la provincia de Jaén entre los que se encuentran las conducciones de Rules, la Presa de la Cerrada, que supondría aumentar con 289 hectómetros cúbicos la capacidad de embalse de la provincia, o la Balsa del Cadimo, que está terminada, pero que no se ha puesto en servicio por deficiencias en su construcción y que cuenta con capacidad para almacenar 7,5 hectómetros cúbicos, lo que serviría para regar 15.000 hectáreas de olivar.

El delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía ha conocido además el proyecto de modernización en el que está inmerso Aceites Fertínez, una empresa familiar con tres líneas de producción, una capacidad de molturación de 1,2 millones de kilos de aceituna y 1.400 cosecheros. Fundada en 1860, son productores y envasadores y destacan por aunar tradición e innovación. Su producción está destinada en mayor medida al mercado nacional, pero también comercializan aceite de oliva a países como Israel, Japón o México. “Debemos animar a que continúen con ese proceso de modernización, algo que pone de manifiesto la inquietud de la almazara con el territorio, así como la apuesta que realizan por Ibros y su comarca”.