Movistar Inter 2 (3) – 2 (2) Jaén Paraíso Interior FS
Si hay una palabra que resuma la primera parte de la Supercopa esa intensidad. No hubo momento de respiro en unos primeros veinte minutos marcado por la completa igualdad sobre el parquet entre ambos equipos. No se regaló ni un solo centímetro de terreno de juego y en esa pugna nuestro equipo fue muy sólido. Sin perder la intención de jugar el balón en todo momento, los amarillos se mostraron contundentes y solidarios en defensa y con picardía en ataque.
Claro que enfrente estaba el mejor equipo del mundo y Espíndola tuvo que emplearse bien a fondo para que no se adelantasen los azules en el marcador. No pudo impedirlo sin embargo, a pesar de su gran actuación, ya que Solano clavó la primera que tuvo en una volea potentísima que dio en el hombro del arquero brasileño antes de entrar.
También Herrero tuvo trabajo. Lo puso a prueba Giasson que no empató de nuevo el choque porque el cancerbero de Inter tiró de reflejos felinos para meter la mano justo a la escuadra a la que se dirigía la pelota. El siguiente que probó suerte fue Montes con un misil desde la derecha que encontró el mismo resultado que el intento de su compañero. Carlitos gozó de la mejor en la primera parte con un doble penalti (primera intervención de la historia del VAR en el fútbol sala y fue en beneficio de los nuestros) pero se le fue alto el envío. Así pues acabó la primera parte con la mínima ventaja para los madrileños pero Jaén también había enseñado sus uñas.
Hubo mazazo moral al volver de vestuario ya que Gadeia enchufó el primer balón que le puso Ricardinho al segundo palo. Lo pasó mal Jaén en los primeros diez minutos de la segunda mitad pero aguantó el arreón del mejor equipo del mundo con una entereza digna del Campeón de España. Si por algo se caracteriza Jaén es por no rendirse jamás y una Supercopa no es el momento de romper dogmas. Tiró de carácter, de sacrificio, de esfuerzo y de corazón el Jaén Paraíso Interior FS para demostrar que los sueños hay que perseguirlos porque se pueden cumplir.
Restaba seis y lo pasaba mal el cuadro amarillo cuando Carlitos se encargó de insuflar vida a su equipo. Él mismo taponó un saque de Herrero y convirtió el rechace en una volea que hizo restallar al madera de la portería interista antes de convertirse en el tanto de la esperanza. Creció Jaén sobremanera y se hizo dueño y señor del encuentro.
Con el gol de Carlitos, el equipo jiennense y su afición se crecieron, dando unos minutos con un ritmo vertiginoso. Las ocasiones llegaban pero no llegaba ese ansiado el partido. El Inter intentó bajar el ritmo del partido con posesiones más largas. Así se llegaban a los 3 últimos minutos, momento cuando decidió Dani Rodríguez meter a Campoy de portero-jugador.
Después de un primer ataque un tanto apresurado, el Inter presionó al Jaén para evitar que sacaran el portero-jugador, llegando incluso a tener alguna ocasión por el camino. Sin embargo, tras un tiempo muerto de Dani Rodríguez en el que retocó al equipo, el Jaén atacó con cinco, y finalmente con un tiro lejano de Ramón que entró entre las piernas de Herrero el Quijote Arena estallaba de júbilo. El Jaén lo volvía hacer, Jaén nunca se rinde.
Sin moverse el marcador se llegaba a la prórroga. El Inter tenía el control del balón, pero ambos equipos se tenían mucho respeto y costaba ver a alguien arriesgar. Velasco, recordando la final de la Copa de España, esta vez no decidió irse a por el partido con portero-jugador y dio por buenos los penaltis. Por lo tanto, el partido se fue a la lotería de los penaltis.
Empezaba lanzando Mauricio, que se encontró con Herrero. Le siguió Borja, que atinó ante Espíndola. El siguiente lanzador fue Carlitos, que ajustició para poner el 1-1. Ricardinho lanzaba a Iker, que paró el tiro pero su despeje dio en el poste y entró en la portería. Ramón anotó el empate, para que tuviera que anotar el Inter su lanzamiento definitivo. Ahí apareció Iker, con un gran pie para irnos a la muerte súbita. Giasson nos puso por delante, Bebe volvió a poner las tablas, y finalmente Montes tiraba al palo y Ortiz no fallaba.
No pudo ser, pero es un inicio muy ilusionante de la campaña, en la que los de Dani Rodríguez seguirán mirando a los gigantes a los ojos.