La Junta atiende a 300 menores en riesgo de exclusión en 6 escuelas de verano jiennenses

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Maribel Lozano visita la Escuela ‘Majarele 2021’ y destaca el aumento de recursos del Gobierno para velar por los más vulnerables.

La Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, ha activado en la provincia de Jaén el Programa de Escuelas de Verano que, dentro del marco de Solidaridad y Garantía Alimentaria de Andalucía, permitirá proporcionar tres comidas diarias a menores de entre 3 y 15 años residentes en zonas desfavorecidas o que formen parte de familias en situación o riesgo de exclusión social.

La delegada del Gobierno, Maribel Lozano ha informado de la puesta en marcha de este programa durante su visita a la escuela de verano “Majarele 2021” que gestiona la Asociación de Mujeres Gitanas «Sinando Kalí» y se está desarrollando en el centro de profesores de Jaén, con la participación de 56 menores y una subvención de 18.759 euros. Maribel Lozano ha estado acompañada por la delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Encarnación Gutiérrez, y por la coordinadora de la escuela e integrante de la asociación, María del Carmen Carrillo.

La responsable del Gobierno andaluz en la provincia ha señalado que el programa ayuda a mitigar la pobreza infantil en un momento clave marcado por la crisis sanitaria y sus consecuencias sociales. En este sentido, Maribel Lozano ha puesto en valor el compromiso del Ejecutivo andaluz con las familias más vulnerables, con un aumento de la dotación presupuestaria para las escuelas de verano que en el ámbito andaluz alcanza los 2,5 millones de euros este año, lo que permitirá atender a más de 4.600 menores en 73 escuelas.

En el caso de Jaén, según ha detallado la delegada del Gobierno, se han organizado seis escuelas de verano en la provincia, en las ciudades de Jaén, Úbeda y Linares, con una inversión prevista de 165.673 euros y gestionadas por tres entidades sin ánimo de lucro, Cruz Roja y la Fundación Don Bosco Salesianos Social, además de “Sinando Kalí”. Está prevista la participación de 299 niños atendidos por un total de 64 profesionales.

Además de la escuela de verano de ‘Sinando Kalí’, se ha activado la escuela de verano de Cruz Roja Española, con una subvención de 30.971 euros, y 43 niños beneficiarios. Asimismo, destacan cuatro escuelas gestionadas por la Fundación Don Bosco Salesianos Social en Jaén capital, Linares y Úbeda: la escuela de verano “ Polígono del Valle” en Jaén, con una subvención de 30.092 euros y 50 niños beneficiarios; la escuela de verano Úbeda-Barrio la Alameda y Los Cerros, con una ayuda de 28.412 euros y  50 niños; la escuela de verano Jaén Magdalena, con una subvención de 28.086 euros y 50 niños, así como la escuela de verano Linares – Arrayanes, con una ayuda de 29.351 euros y 50 niños.

«El Ejecutivo andaluz mantiene la atención a los menores más vulnerables como una prioridad, especialmente dada la situación de emergencia social y sanitaria tras la pandemia», ha resaltado Maribel Lozano. La delegada del Gobierno ha defendido también las Escuelas de Verano como «una herramienta fundamental para la conciliación de la vida familiar y laboral» durante estas fechas estivales. La responsable del Ejecutivo andaluz ha añadido que el programa de escuelas «incide también en el fomento y la creación de empleo en nuestra comunidad «, ya que los recursos posibilitarán la contratación directa de más de 600 personas en Andalucía y 64 en la provincia de Jaén en zonas identificadas en el contexto de la Estrategia Regional Andaluza de Cohesión e Inclusión Social, Intervención en zonas desfavorecidas (ERACIS). Asimismo, se generará un importante número de empleos indirectos a través de las empresas de catering, seguridad, limpieza o parques de ocio.

Por su parte, Encarnación Gutiérrez ha puesto en relación la pobreza estructural y la pandemia “que ha provocado que se multipliquen las necesidades sociales de un importante número de jiennenses, una situación que impacta directamente en cuestiones básicas como la alimentación”.

La responsable de políticas sociales en la provincia ha indicado que «los datos evidencian que la experiencia de pobreza en hogares con menores tiende a ser más prolongada que en otro tipo de hogares». Por esta razón, ha puesto en valor el compromiso de su departamento por apoyar desde el sistema de protección social público andaluz a las familias con menores y adolescentes a su cargo «para mejorar sus condiciones de vida». «Una necesidad, la de poner el interés superior de los y las menores en el centro de todas políticas públicas, que hemos recogido ya en la futura Ley de Infancia y Adolescencia que el Parlamento andaluz aprobará este mes de julio», ha resaltado.

Así, ha recordado que estas escuelas organizan acciones socio educativas relaciona-das con el refuerzo de los contenidos curriculares y con el aprendizaje de hábitos saludables referidos a la alimentación e higiene, así como actividades de ocio y tiempo libre tales como talleres deportivos, de reciclaje, de manualidades, teatro, playa o piscina. «Nuestro objetivo es llegar a un sector de población muy vulnerable y garantizarle la alimentación en este periodo vacacional», ha insistido. La delegada se ha referido así a informes de las asociaciones que trabajan por la infancia y que inciden en que el confinamiento por el coronavirus complicó las opciones de muchas familias vulnerables para acceder a productos básicos y seguir una dieta equilibrada, saludable y suficiente. Asimismo, la falta de relación con otros niños y los obstáculos de algunas familias para conciliar se han traducido en situaciones de mayor estrés y mal ambiente familiar, que afecta directamente a los menores.

«De esta forma, podemos poner a disposición de la población infantil de zonas desfavorecidas una oferta de ocio alternativa y atractiva para los meses de verano, siempre con todas las garantías de seguridad frente al coronavirus», ha señalado. Las Escuelas de Verano suponen, además, un entorno muy favorable para la detección de situaciones de riesgo y desprotección de los menores. «En suma, se trata de un programa que es ejemplo, además, de colaboración entre todas las administraciones y también entre el sector público y privado: la Consejería de Educación y Deporte, los servicios sociales comunitarios que derivan a las familias, los ayuntamientos que ceden los colegios y las entidades privadas sin ánimo de lucro, a fin de proteger y atender a la infancia de nuestra tierra», ha concluido Gutiérrez.