El alcohol y las drogas están detrás de uno de cada cuatro accidentes de tráfico con víctimas

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La subdelegada del Gobierno de España, Catalina Madueño, ha recordado que el 25 por ciento de las muertes en accidentes de circulación están relacionadas con el consumo de alcohol. Así lo ha explicado durante la visita realizada al puesto de control establecido en la carretera A-311, con motivo de la nueva campaña especial de vigilancia de la ingesta de alcohol y drogas entre los conductores, que se desarrollará hasta el próximo martes, 22 de junio. Madueño ha estado acompañada por el jefe provincial de la Dirección General de Tráfico, Juan Diego Ramírez, y del jefe del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén, el capitán Antonio Muñoz Mesa, además del presidente provincial de ASPAYM (Asociación de Personas con lesión medular y otras discapacidades físicas), Carlos Linares.

La subdelegada ha puesto de manifiesto que, durante los próximos días, la Guardia Civil intensificará los controles en todas las carreteras de la provincia y establecerá puntos de vigilancia a cualquier hora del día. “Tienen como objetivo prevenir que personas que han bebido o consumido drogas se pongan al volante de un vehículo. Está demostrado que un aumento de los controles policiales lleva aparejada una reducción en el número de accidentes con víctimas”, ha explicado Catalina Madueño. “A medida que la concentración de alcohol en la sangre (BAC) aumenta en el conductor, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa. No solo la tasa de incidencia de accidentes aumenta rápidamente con el aumento de la tasa de alcoholemia, el accidente también se vuelve más grave”, ha agregado.

En la última campaña de este tipo, desarrollada del 7 al 13 de diciembre de 2020, con motivo del comienzo de las fiestas navideñas, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia civil efectuaron pruebas de alcoholemia a 2.165 conductores en las carreteras de la provincia de Jaén. Se registraron 8 positivos, lo que supone el 0,37 por ciento del total. De forma paralela, los agentes practicaron test salivales para comprobar la presencia de drogas en el organismo a 24 automovilistas, de los que 5 resultaron positivas, es decir, el 20,83 por ciento.

En todo el año 2020, se realizaron 33.916 pruebas de alcohol, 346 positivos. “Es número de pruebas sensiblemente inferior al de ejercicios anteriores. Un descenso que se explica en las restricciones asociadas a la crisis sanitaria. Lo que apenas ha bajado es el porcentaje de positivos, que se sitúa en el 1,02 por ciento, frente al 1,06 por ciento del año 2019. Tenemos que seguir haciendo hincapié en ese ámbito”, ha dicho la subdelegada. Del total de alcoholemias realizadas, 22.627 tuvieron un carácter preventivo, con un porcentaje de positivos del 0,99 por ciento, mientras que 10.215 se efectuaron a conductores infractores y 1.074 a conductores involucrados en accidentes (con un 6,72 por ciento de positivos).

Catalina Madueño también se ha referido al descenso de infracciones por consumo de drogas ilegales. En 2020, la Jefatura Provincial de Tráfico, a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Jaén, ha realizado 1.095 pruebas, de las que resultaron positivas 285 (26 por ciento). En 2019, ese porcentaje fue del 34 por ciento. De total de pruebas practicadas en el pasado ejercicio, 539 fueron pruebas preventivas, con un resultado de 111 positivas (21% por ciento); 290 pruebas a conductores involucrados en accidentes con 54 positivos (19 por ciento) y otras 266 pruebas a conductores infractores con 120 positivos (45 por ciento).

En los cinco primeros meses de este año, se han efectuado 27.336 pruebas, de la que 156 fueron positivas (0,57 por ciento), mientras que se han realizado 669 de detección de drogas, con 204 positivos.

Tanto la subdelegada del Gobierno como el jefe provincial de la DGT han insistido en la idea de que, aunque el conductor se crea en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, con la ingesta de alcohol está multiplicando el riesgo de sufrir un accidente. Además, el alcohol y los estupefacientes no solo están relacionados con una mayor accidentalidad, sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor relacionado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas. El consejo es que se trate de impedir que las personas que hayan bebido o tomado droga cojan el volante y que en todo caso nunca se suba al coche con ellas. “Aún con tasas de alcoholemia dentro de los márgenes legales permitidos, nuestro nivel de riesgo de accidente de tráfico puede verse incrementado. La única tasa segura es cero”, ha asegurado Catalina Madueño.

La subdelegada ha subrayado que el alcohol y las drogas “son elementos incompatibles con la conducción”, ya que provocan, entre otros efectos, una merma en los reflejos, así como una pérdida en la “coordinación de movimientos y un aumento en los tiempos de reacción”.

El jefe provincial de Tráfico ha querido recalcar los “perjuicios” que conlleva el consumo de droga, desde la percepción de que “no existe conciencia” sobre los efectos negativos de esta sustancia en la conducción frente a lo que sucede con el alcohol, cuya presencia en el organismo “aumenta la gravedad de las lesiones” causadas en accidentes.

También se ha referido a “los mitos y falsas creencias” sobre los controles de alcoholemia, y han negado la supuesta eficacia de trucos para engañar las pruebas de alcoholemia y dar negativo, asegurando que es del todo punto imposible adulterar los resultados de las mismas. Entre los trucos más citados figuran beber café, tomar caramelo o chicle, beber agua, tomar hielo, azúcar o pasta de dientes, beber aceite o leche… El resultado es que, como asegura la DGT, “no valen trucos ni extraños inventos para intentar saltarse la norma”. Por último han comentado los peligros que encierra el exceso de alcohol para los usuarios de la vía pública, pues el peatón, como usuario más débil de la vía, necesita estar en pleno uso de sus facultades para no correr riesgos: menor percepción de su entorno, pérdida de visión, mayor asunción de riesgos, son consecuencias que se derivan del consumo de alcohol o drogas, aumentando la posibilidad de sufrir un atropello.