FESTIVAL
El oleoSÓNICA Jaén Music Fest demostró, en la jornada de este viernes, que no se equivocó cuando decidió hacer la apuesta por dar el salto a una producción de evento de gran formato, ya que más de cuatro mil personas pudieron disfrutar de un día inolvidable, que comenzó con lluvias y terminó con un cielo limpio y una temperatura perfectas para disfrutar de una fiesta como la que se vivió.
El recinto de Ifeja abrió sus puertas unos minutos pasadas las 17:00 horas, y hasta allí llegaron los primeros valientes que fueron recibidos con la sesión de G-Lowthinking, DJ que se encargó de abrir el Escenario Cultura Jaén. Justo a continuación debutaba la primera banda de esta edición en el Escenario Caja Rural de Jaén: El Niño Erizo atrajo a más de un centenar de personas justo cuando las últimas nubes se disipaban y el sol empezaban a apretar. Una banda que demostró solvencia para lucir en un escenario de estas características.
Pasadas las seis y cuarto de la tarde llegaba el siguiente plato del menú. Los barceloneses Éxtasis daban el primer momento disfrutón al festival con su pop sencillo y melódico. Canciones con potencialidad de éxito comercial com.
NO SE PK u Ojitos Marrones acompañaron a los más valientes que comenzaban a dar color al festival. Justo a continuación tomaban el Caja Rural de Jaén uno de los grupos a los que se adivina mayor potencial del panorama nacional. Recién aterrizados de una breve pero exitosa gira americana, Sanguijuelas del Guadiana pusieron de manifiesto por qué cada vez su nombre empieza a sonar con más fuerza. Una forma tremendamente moderna de acercarse a la tradición marca su forma de hacer, en la que han sabido conjugar la esencia de su tierra natal con un tamiz que permite hacerles llegar a cualquier oído: desde lo local a lo universal. No es de extrañar que el propio Robe Iniesta se deshaga en elogios con ellos.
Un río de gente descendía ya desde el control de accesos hasta la zona UJA cuando saltó al escenario la cordobesa La Gore. Rápidamente supo desplegar todo su magnetismo para atraerlo hacia el escenario. Mucho talento y personalidad en una mujer que ha demostrado en oleoSÓNICA que es carne de gran festival. El ocaso del viernes coincidió con un concierto de una banda que pareció mandar el sol a recogerse para reclamar todo el brillo para sí: Nancys Rubias. El cuarteto demostró porque no paran de girar: da igual que las canciones sean suyas o de otros, ellos saben convertirlas en pequeños clásicos instantáneos sobre el escenario con interpretaciones directas, limpias y, sobre todo, divertidas. Mario Vaquerizo y los suyos prendieron la mecha de una fiesta que ya no se pudo parar.
Y más cuando en el Cultura Jaén se percibió desde la primera canción que Guille Milkyway y su banda se sentían agusto. La Casa Azul hizo un memorable repaso de su ya extensa carrera durante 75 minutos de pura magia, electrónica, confeti y emoción. Apoyado por una apabullante sección rítmica, el músico barcelonés estuvo hasta sorprendentemente elocuente en la presentación de alguna de sus canciones, demostrando la evolución musical y personal desde aquellos tiempos en los que decidió abrir una franquicia española de los Archies. Con el público en todo lo alto, abarrotando ya el recinto, el que para muchos era el momento más esperado de la noche se desató en el Caja Rural de Jaén. La dimensión de diva de Alaska parece haber alcanzado un estadio superior y eso explica como su show se ha ido vaciando de músicos (excepción hecha del protagonismo que tuvo la saxofonista Tavi Gallart) y llenado de bailarines, que cada vez interactúan más con ella. Fangoria demostró que suman un repertorio como pocos artistas en nuestro país; a ello hay que sumar la genialidad de un Nacho Canut que demostró como, a pesar de su figura menuda, es casi capaz de sostener él sólo un espectáculo de estas dimensiones en sus manos. El setlist hizo bailar a un público que recibió con regocijo cada clásico (los que suman décadas y los que sólo años) y que pudo vivir un colofón final espectacular con la Nancys sumándose para un Rey del Glam a dúo entre Alaska y Mario.
La noche parecía lejos de alcanzar la calma cuando tomaron el relevo una banda que pudo sentirse casi presentada ex profeso para su show: los nuevos reyes del glam son de Jaén y se llaman Atomic Lemons. Una hora de pura energía del cuarteto linarense, con su frontman Fran Sax casi necesitando más metros de escenario y un brillante duelo a las cuerdas entre Ángel y Mike, guitarra y bajo, con Natalia dando una masterclass a la batería. En ese tiempo tuvieron espacio para repasar casi al completo su reciente disco, Todo Muere, y alguna sorpresa más, como la coreadísima versión de XXI de Supersubmarina (celebrada hasta por el propio Jose Marín, presente en el recinto). Un final con
Performance y Puta Mierda mostró como cada vez son más los seguidores que suma la banda y también demostró por qué. El colofón le tocaba ponerlo a Miss Caffeina, y los madrileños expusieron por qué hace tantos años que su nombre aparece repetidamente en el line up de los principales festivales del país. Más de una década sin pisar un escenario en Jaén hizo, sin embargo, que el público los recibiera con todas las ganas del mundo. El diseño de su show, desde la colocación de la banda hasta los audiovisuales, está pensado con una exquisitez que permite que Alberto Jiménez pueda llevar al máximo potencial el magnetismo de su voz. Era uno de los momentos más esperados de la noche y, secundado por el público, su Mira Como Vuelo se fue más allá de las expectativas.
Aunque la jornada había sido larga, todavía quedaba mucha gente con ganas de fiesta y eso es lo que trajeron al festival dos DJs que estuvieron absolutamente cumbres, y que pusieron ánimo en los cuerpos de lo más valientes. El malagueño Felipe demostró por qué el Copenhague ha revolucionado el panorama musical costasoleño y lo ha hecho, en gran parte, gracias a sus enérgicas pinchadas, donde están presentes Viva Suecia, (un oportuno guiño a) Supersubmarina o hasta una marcha de cornetas y tambores genialmente sampleada. El broche definitivo lo puso la toledana Bita. Después de romperlo hace apenas unos días en casa, en el Toledo Beat, dejó bien a las claras por qué es considerada una de las reinas del tardeo madrileño: indie gamberro y mucho ritmo en su sesión, que exprimió hasta la última gota de energía de los más osados, que hoy tienen una nueva cita en Ifeja con bandas como Arena Polar, Melifluo, 091, Lori Meyers, Tu Otra Bonita, La La Love You o Varry Brava, por lo que se hace imprescindible reponer fuerzas.
La nueva entrada al recinto y el diseño del mismo hicieron mucho más accesible y amable la entrada al festival, que ha brillado por una producción que ha llevado los horarios con máxima puntualidad, y con el escenario twin, que se instalaba por primera vez en la provincia, demostrando como este ambicioso formato mejora enormemente la experiencia de los asistentes. Las lanzaderas puestas por la organización también mejoraron la movilidad y el acceso al recinto desde la ciudad y la ausencia de incidentes fue la tónica de una jornada en la que los problemas quedaron más allá del arco de bienvenida.